El método para desinfectar el agua de la Fundación Sodis, aprovechando la energía solar y reutilizando botellas de plástico es sencillo y puede ayudar a muchas familias en lugares donde las condiciones de salubridad del agua y los recursos no son suficientes. Se estima que actualmente más de 50 millones de personas de América Latina y el Caribe no tienen acceso a agua segura. Asociado a este problema, las diarreas se encuentran entre las primeras causas de muerte de niños y niñas menores de 5 años en América Latina. En la región, cada año mueren 45.000 niños por esta causa.
En los años 90s, el Instituto Federal Suizo de Ciencia y Tecnología Acuática (EAWAG), mediante su Departamento de Agua y Saneamiento para los Países en Desarrollo (SANDEC), en colaboración con el Centro de Aguas y Saneamiento Ambiental (CASA) de la Universidad Mayor San Simón de Cochabamba – Bolivia, implementaron proyectos demostrativos de la tecnología SODIS, en varias comunidades de Bolivia, para valorar el grado de aceptación de la misma por las familias.
Los excelentes resultados de aceptación de la tecnología SODIS en poblaciones rurales y urbanas y la demanda por el uso de esta tecnología por parte de instituciones importantes, dieron paso a la creación de la Fundación SODIS – con sede principal en Cochabamba, Bolivia – para su difusión en América Latina a partir de octubre del año 2000. Desde entonces, miles de familias han empezado a utilizar SODIS en toda América Latina (igual que en otras regiones del mundo) con resultados importantes.
La Desinfección Solar del Agua (SODIS) es una solución simple, de bajo costo y ambientalmente sostenible para el tratamiento de agua para consumo humano a nivel doméstico, en lugares en los que la población consume agua cruda y microbiológicamente contaminada.
El método SODIS usa la energía solar para destruir los microorganismos patógenos que causan enfermedades transmitidas por el agua y de esa manera mejora la calidad del agua utilizada para el consumo humano. Los microorganismos patógenos son vulnerables a dos efectos de la luz solar: la radiación en el espectro de luz UV-A (longitud de onda 320-400nm) y el calor (incremento en la temperatura del agua). Se produce una sinergia entre estos dos efectos, ya que el efecto combinado de ambos es mucho mayor que la suma de cada uno de ellos independientemente. Esto implica que la mortalidad de los microorganismos se incrementa cuando están expuestos a la temperatura elevada y a la luz UV-A simultáneamente. SODIS es ideal para desinfectar pequeñas cantidades de agua con baja turbiedad. Se llena el agua contaminada en botellas de plástico transparente, las cuales se exponen a la luz solar durante seis horas. La exposición al sol destruye los patógenos. Cuando la nubosidad es mayor de 50%, es necesario exponer las botellas de plástico durante 2 días consecutivos para obtener agua segura para el consumo humano. Sin embargo, si la temperatura del agua supera los 50ºC, una hora de exposición es suficiente para obtener agua segura. Es posible mejorar la eficacia del tratamiento si las botellas de plástico se exponen a la luz solar mediante superficies reflectoras como calaminas de aluminio o fierro corrugado.
A partir de este método, Petra Wasdrom ha inventado el purificador de agua solar Solvatten (“agua solar”), que vimos en Ecoinventos. Tiene una capacidad de 10 litros y tarda 3 horas en purificar el agua, en un día soleado o 5 horas si está nublado. Posee un indicador que avisa en el momento en que el agua es apta para consumir, por lo que es fácil de utilizar. Su utilización está orientada también para poblaciones con pocos recursos y ya ha sido probado en Kenia y Nepal.
El Mvura es otro purificador diseñado por Julie Frost. Tiene una capacidad de hasta 15 litros y en este caso se utiliza una especie de plástico negro que suponemos acelera el proceso que dura unas dos horas. Lo interesante en este caso es que se ha pensado en una mayor funcionalidad para el traslado aunque no hay constancia de que se haya comprobado su eficacia como en los otros casos.
Son proyectos muy interesantes y de acción inmediata que es lo que está necesitando mucha gente en el mundo, aunque estaremos de acuerdo que lo primero de todo es, no contaminar las aguas, cosa que en los países “desarrollados” todavía no hemos aprendido, por muy obvio que parezca
manual sodis
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